TOCONÚ se cumplió a cabalidad en la última fecha del Campeonato Inter Empresas.
Lo visto el sábado en la Cancha La Primavera pudo haber sido para reír pero realmente debió ser para llorar.
No se puede concebir la actitud de 4 equipos jugando o mejor actuando a disputar un partido de fútbol con tinte de clasificación. En el primer partido fue lastimoso para el juego limpio ver como ESPO S.A. sustituyó sus mejores jugadores solo con la intención de permitirle a CAFUSO conseguir los 3 puntos que lo clasificarían, aunque fue un bonito gol de Oscar Silva, deja mucho que desear la actuación de algunos jugadores de los fontaneros que se limitaron a tramitar una pírrica derrota so-pretexto para cuidar sus jugadores que supuestamente estaban lesionados y eran necesarios para las finales, tal vez estar clasificados no les exigía jugar limpiamente. Con el resultado 1-0 Cafuso logró ingresar a las semifinales en el segundo lugar del octogonal empatando a 12 puntos con ESPO.
Jugadores de la Universidad veían como se esfumaba una inicial posibilidad de clasificarse con 11 puntos, aunque faltaba el partido siguiente donde debería haber un ganador para ingresar a los 4 finalistas. Únicamente faltaba el desenlace del anunciado empate para clasificarse G. Señora y Hospital.
Gran Señora alineó a todos sus titulares y como marionetas actuaron para su jefe. En el Hospital ocurrió algo similar, ambos oncenos no supieron disimular el sonado arreglo y debieron aparentar mejor su trato bajo la mesa.
Por lo menos aficionados, directivos y periodistas queríamos ver un partido atractivo, con goles y no el feo espectáculo ofrecido por los dos firmes aspirantes al título, uno de ellos como defensor del mismo. Pero se demostró que cumplir la palabra todavía existe así sea para triquiñuelas.
Era tan evidente el arreglado empate, que algunas jugadas de riesgo de Hapy Ortiz o Miguel López recibían el regaño de los dos capataces en el terreno de juego. Los comentarios de la penúltima fecha resultaron ciertos, ganaría Cafuso y empatarían Gran Señora y Hospital, no eran cuentos, debía cumplirse a cabalidad el TOCONÚ, todos contra la Universidad. Ambos equipos demostraron un temor evidente por enfrentarse al actual subcampeón.
Un afamado y prestigioso torneo de Ocaña, sucumbía ante una componenda extra-deportiva con la complacencia incluso de un directivo del campeonato, pero en el reglamento no contempla estos casos muy difíciles de comprobar. La frase justiciera de los equipos fue tajante: Cualquier equipo lo haría, cada cual busca su acomodo y no se puede dar papaya. Esa es la inversión de valores que sufre esta sociedad y luego queremos que no haya corrupción, que haya equidad. Queremos pues, que nuestros hijos, niños y niñas sean gente de bien pero que ejemplo estamos dando?. Qué ejemplo les dieron los jugadores del inter empresas el sábado anterior?, qué mensaje transmitieron a tantos niños que aún se forman?, actitudes como estas dejarán ver sus resultados con el tiempo...
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