Ya era costumbre ver a un singular personaje tanto en la Cancha La Primavera como en la Cancha de Motilones todos los fines de semana. Los sábados ver Interempresas era agradable disfrutar de la compañía de Francisco Rincón, siempre con su bastoncito que le había adaptado en la punta un imán con el que atrapaba las tapas de gaseosa y cerveza, a la par se tomaba una que otra amarguita para ver de principio a fin las fechas respectivas. Al finalizar la tarde nos hacía un resúmen de los partidos y nos actualizaba de los resultados.
Al día siguiente en la Cancha de Motilones llegaba a las 8 de la mañana, se veía todos los partidos del Campeonato del Recuerdo, hacía cada vez mas amigos y era el alcagueta de muchos que se tomaban sus guaros para celebrar el triunfo, la derrota o el empate de su equipo.
El domingo pasado fue el último que dejó la cancha sin saber que nunca mas volvería a ese escenario, no quiso trasladarse hasta Ocaña con varios amigos que le ofrecían transportarlo, se subió a uno motocicleta y en sector de El Bambo se desplomó recibiendo un fuerte golpe en la cabeza, fue trasladado al centro asistencial donde falleció la mañana del lunes 9 de Julio.
Hincha de Millonarios, amigo de todos los que se congraciaban con su particular manera de ver el fútbol, aficionado empedernido, ex jugador, había recibido un parte médico que le advertía dejar el licor y cuidarse mucho. Su expresión era contundente "Uno se muere de cualquier cosa y cuando se murió se murió".
En horas de la tarde del Martes 10 de Julio se cumplieron sus honras funebres en la Parroquia de San Rafael y luego su cuerpo fue inhumado en el Cementerio Jardines de Esperanza con la compañía de familiares y amigos que lloraron su repentina partida.
Paz en la tumba de un gran personaje en la canchas de fútbol de Ocaña!
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