El partido del sábado anterior fue sin precedentes en esta categoría, un equipo visitante que gana por la mínima diferencia, protesta la decisión arbitral de una manera tan atrevida que hasta incluso un jugador mostró las partes nobles al silbato vociferándole lo que aparentemente le faltaron en sus decisiones. Este hecho ocurrió al minuto 30 del segundo tiempo, Olimpia no permitió el cobro de la pena máxima sancionada que le permitiría al necesitado equipo nuestro igualar el tanteador. Se vino la de troya, jugadores salidos de casilla arremetieron contra el central llegando incluso a agredirlo con objetos contundentes y abandonando el terreno de juego.
El árbitro a nuestro juicio actuó bien, expulsó bien a muchachos cuya consigna era no permitir el juego de los locales. El resultado termina favoreciendo a Ocaña por la obtención de los 3 puntos pero a la vez le permitirá al Cúcuta Deportivo conservar la distancia para la última fecha, como quiera que Olimpia jugaría este fin de semana con los motilones.
Las esperanzas de clasificación a la siguiente fase dependerán de una victoria este fin de semana frente a Comfenalco de Santander para que, en la última jornada se espere el triunfo de visitante ante Flamengo esperando el traspiés del Cúcuta Deportivo.
Los escasos aficionados que asistieron al Estadio quedaron estupefactos inicialmente al ver como el equipo dirigido por Upegui creaba y creaba opciones de gol que no concretaba y en cambio la visita en una sola llegada cambiaba la cara de alegría en tristeza. Ocaña tenía futbol pero le faltaron los goles que tradujeran el dominio.
Seguiremos esperando el transcurso de las dos fechas restantes donde no solo se necesitará puntería para definir sino que el hermano mayor no sume de a 3.
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